Si te digo que soy una aventurera, superviviente de tormentas en el mar, de peligrosas selvas, de algunos desiertos, de varios príncipes azules, de cornadas en las mejores plazas , ya sabes algo importante de mí.
Si te digo que mis primeros valores personales son la salud, la paz, el entusiasmo, la libertad, la belleza…si te digo que estoy enamorada de la vida ya sabes lo que me mueve.
Si te digo que conmigo aprendí a ser paciente y valiente, a cambiar en muchas de sus infinitas variantes, a soltar, a dejar lo que era imprescindible, a simplificar, a valorar lo que tengo, a dar gracias infinitas, a vivir en el presente, a quitarle las sábanas a los fantasmas, a conocer el miedo y a sus amigas las trampas, a escuchar, a sentarme en la silla del otro, a confiar en mi intuición, a no saber nada, de casi nada, a amar cada día… ya sabes de mis diplomas y másters.
Si te digo que soy coach de vida, profesión a la que he llegado como fruto de mi experiencia personal, como se llega a un puerto, para convertirme en faro, mi lugar en el mundo, ayudando me ayudo, dando luz me ilumino… te lo digo casi todo.
Mi relación con el coaching se inicia hace más de diez años, primero a través de un proceso de coaching personal en el que decido formarme yo misma como coach, primero con mi coach y mentora Carmen Gimenez Cuenca, pionera del coaching en España, y luego en The International school of coaching -TISOC-.
Anteriormente me licencié en historia del arte -Universidad de Granada-, licenciatura que ejercí en museos estatales -Casa de los Tiros de Granada, Museo de BB-AA. de Sevilla, Museo Arqueológico Nacional-. Asimismo me formé como documentalista en la Sociedad Española de Documentación e Información Científica -SEDIC- y trabajé como tal en la entonces Comisión de las CC.EE. y después en la CEOE.